LAS ALERGIAS EN LOS NIÑOS

Últimamente he tenido varios pacientes con problemas de alergias en mi consultorio, motivo por el cual decidí hacer una revisión respecto al tema de las alergias.

La alergia es una reacción del sistema inmunitario a una sustancia del ambiente llamada alérgeno. Cuando un niño con alergias entra en contacto con alguna de estas sustancias (ya sea al tocarlas, inhalarlas, comerlas etc), su organismo las detecta como un invasor peligroso y libera histaminas y otras sustancias químicas para rechazarlas.

Estas sustancias producen irritación en el organismo e inflamación de las vías respiratorias y provocan síntomas como mucosidad clara por la nariz, estornudos, comezón en ojos o nariz y tos seca o con flemas. Los síntomas pueden ser leves o severos, intermitentes (solo se dan en ciertas temporadas) o continuos si está expuesto constantemente al alérgeno.

Entre los alérgenos más comunes en los niños se encuentran los ácaros, el polvo, el moho, el polen, el pasto, tierra, pelo o caspa de los animales, insectos, medicamentos, y algunos alimentos. Si bien los niños no son alérgicos al humo del cigarrillo, este si puede hacer que sus síntomas de alergia empeoren inflamando aún más las vías respiratorias.

Cabe destacar que los niños que son alérgicos son mucho más propensos a padecer infecciones respiratorias, asma, infecciones de oído, infecciones sinusales (sinusitis).

Las alergias tienen un componente hereditario, por ejemplo si uno de los padres es alérgico, hay una posibilidad del 50% de que su hijo tenga alguna clase de alergia (no necesariamente el mismo tipo de alergia que el padre alérgico). Esta posibilidad sube entre y 80 y 85% cuando ambos padres padecen de alergias. Además, es también posible que los miembros de una misma familia tengas alergias a distintas cosas.

¿Cómo diferenciar un resfriado o un cuadro viral de una alergia?

Debido a que los síntomas de las alergias (sobre todo las nasales) son muy parecidos a los de un cuadro viral o resfriado común (escurrimiento nasal, ojos llorosos, tos, congestión nasal, estornudos), puede ser difícil darse cuenta de la diferencia. Sin embargo, hay algunos síntomas típicos de las alergias. Hazte las siguientes preguntas:

¿Parece tu bebé estar resfriado todo el tiempo? Los resfriados por lo general se van mejorando, y desaparecen en un periodo de siete a diez días. En cambio, las alergias perduran.
¿Tiene siempre la nariz congestionada o con escurrimiento nasal?
¿Suele mover, limpiar o empujar hacia arriba su nariz muy seguido? Los médicos llaman a este comportamiento "saludo alérgico".
¿La mucosidad que le sale de la nariz es transparente y poco espesa (comparada con la mucosidad amarillo-verdosa y gruesa típica del resfriado)?
¿Estornuda mucho?
¿Tiene los ojos irritados, rojos y llorosos frecuentemente?
¿Está la piel por debajo de sus ojos oscura, morada o azul (como si tuviera ojeras todo el tiempo)? Los médicos llaman a este síntoma "ojeras alérgicas".
¿Respira por la boca?
¿Tiene una tos seca o con flemas frecuentemente?
¿Tiene enfermedades respiratorias recurrentes?
¿Está su piel irritada o brotada con un sarpullido rojo que le produce comezón?

Si respondiste “SI” a una o más de estas preguntas, es posible que tu hijo sea alérgico a algún factor ambiental o alimento. Acude a tu pediatra para que te asesore si sospechas que tu hijo puede padecer de alergias.