LOS RIESGOS Y PELIGROS DE AUTOMEDICAR A LOS NIÑOS
Si hay algo a lo que realmente tienen tendencia muchos padres hoy día es a la automedicación de los niños.
Las razones son numerosas, la falta de tiempo, considerar que los síntomas son comunes y "creer" conocer lo que le va a recetar el médico, cualquier razón es válida, pero lo importante es que no son las razones para hacer uso de los medicamentos sin receta para automedicar a los niños.
Lo que es realmente importante son las consecuencias de automedicarnos, que pueden llegar a ser realmente graves. Principalmente la automedicación de nuestros hijos puede tener consecuencias que no solo no medimos, sino que pueden ser irreparables.
Los últimos estudios indican que cada año mueren más de un centenar de niños por los efectos colaterales de la automedicación.
Y es que el problema es muy simple, los síntomas que presentan nuestros hijos pueden “parecerse” a los que conocemos por otras ocasiones, pero existe la posibilidad de que oculten algo más serio, más grave o simplemente distinto por lo que el medicamento aplicado puede resultar completamente contraproducente y desencadenar efectos secundarios de difícil tratamiento.
Y, aunque acertáramos con el tratamiento aplicado también corremos riesgos, automedicar a un niño sin haber consultado al pediatra puede alterar el sistema inmunológico de nuestro hijo y minimizar su capacidad de respuesta ante una exposición posterior.
Hay que recordar que las dosis en pediatrica se calculan según peso, talla y superficie corporal del niño ( dependiendo del tipo de medicamento ). Darle una dosificación inadecuada a un niño puede ocasionar problemas graves como la intoxicación medicamentosa. Mientras más pequeño es el niño, más graves son las consecuencias.
La consulta al pediatra es vital ya que es el único que está capacitado para indicar cual es el medicamento y la dosis adecuada para la afección que esté presentando nuestro hijo.